Los cuerpos de dos migrantes, uno de Tlaxcala y otro de Puebla, que murieron ahogados en el río Bravo, no han sido reclamados por sus familiares y podrían ser inhumados en la fosa común.
De enero a la fecha han muerto en el río Bravo 12 migrantes, de los cuales los dos más recientes están identificados con base a su credencial de elector.
Las víctimas son, Alfredo Morales Hernández, de 23 años, residente en el fraccionamiento Coyotla, en Yauhquemehcan, Tlaxcala y Alejandro Muñoz Domínguez, de 37 años, originario de Chignahuapan, Puebla.
Los días 9 y 15 de junio, elementos de la Dirección de Protección Civil y Bomberos recuperaron los cuerpos de los dos migrantes, al ser reportados por pescadores que los observaron flotando.
El cuerpo del tlaxcalteca fue recuperado la tarde del día 9 de junio a la altura de la colonia Santa Cecilia y entre sus ropas traía su credencial de elector. Tenía al menos 7 días de haber fallecido.
El día 15 de junio, se recuperó el cuerpo del poblano, Alejandro Muñoz Domínguez.
En ambos casos, los cuerpos fueron llevados al área conocida como El Patinadero del parque Viveros, donde autoridades de la Fiscalía General de Justicia del Estado dieron fe y aunque están identificados, hasta la fecha no se ha presentado algún familiar a reclamarlos, por lo que podrían ser enterrados en la fosa común.