Reynosa, Tamaulipas.- Horas después de que el Gobernador morenista Américo Villarreal declaró ayer el fin de la emergencia por las inundaciones, damnificados iniciaron protestas y bloqueos para denunciar que carecen hasta de agua potable.

«No tenemos luz, no tenemos agua y andamos a la medianoche cuidándonos», reclamó una vecina de Colonia Pirámides que, con otros habitantes, bloqueó a las 14:45 horas la vía a San Fernando.

Los manifestantes en múltiples protestas expresaron su desesperación por los daños en sus casas y la falta de apoyo de las autoridades.

«Desde el jueves, que pasó la inundación, no se ha parado nadie», exclamó furiosa una mujer durante otra protesta, ahora en la Colonia Riberas de Rancho Grande.

Al menos 87 de las 500 colonias e Reynosa, la ciudad más poblada de Tamaulipas, fueron inundadas tras una tormenta e intensas lluvias registradas el jueves, además del daño a cientos de negocios y decenas de escuelas.

Ayer, el Gobernador confirmó que dos personas fallecieron ahogadas, pero mantuvo su postura triunfalista que ha mantenido desde su primera visita del pasado viernes y hasta dio por levantada la contingencia.

«Los ciudadanos», dijo Villarreal, «no están solos, están siendo acompañados y creo que ha quedado evidencia de que en menos de 72 horas ya se atendió la contingencia y estamos regresando a unas circunstancias de operación bastante favorables».

El morenista dijo que se registraron más de 350 milímetros de lluvia en 48 horas, equivalentes a 14 pulgadas, pero destacó que 10 pulgadas cayeron en cuatro horas.