Nuevo Laredo, Tamaulipas.- La Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) mudará sus instalaciones y personal de la Ciudad de México a un complejo militar en Nuevo Laredo, Tamaulipas, que costaría unos 4 mil 600 millones de pesos, según lo proyectado por la Secretaría de Hacienda.
La obra prevé además la edificación de un Regimiento de Caballería Motorizado y una Unidad Habitacional, además de locales comerciales, restaurante, deportivos y palapas.
Así, desde la Aduana de Nuevo Laredo, la más importante por recaudación, la Sedena tendrá el control de los 49 recintos de este tipo en el País y 250 puntos tácticos.
De acuerdo con el proyecto, Aduanas de México considera que la lejanía de sus oficinas centrales con la Aduana de Nuevo Laredo genera un caos burocrático y de operación que ocasiona cuellos de botella, retardos en la cadena de suministro y hasta errores en la revisión de mercancías ilícitas. Ante este panorama, determinó la mudanza.
Sólo las obras, a cargo de la Dirección General de Ingenieros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), costarán unos mil 800 millones de pesos, refiere el proyecto elaborado en marzo.
Los costos por mantenimiento (de instalaciones y equipamiento) se estimaron en 325 millones al año y por operación (jardineros, seguridad, servicio médico, entrenadores y cocineros) en 16 millones de pesos anuales.
La primera piedra del proyecto fue colocada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador en mayo de 2023 y se prevé culminará al final del sexenio del tabasqueño.
La ANAM justificó que la mudanza de su personal a Nuevo Laredo va a agilizar la operación aduanera, principalmente en lo relacionado con la revisión de mercancías, de vehículos, despacho y trámites legales, que generan largas filas de usuarios en los filtros.
«Mientras esos servicios no se ofrezcan, la operación de la aduana se ve obstaculizada en su normalidad. Es decir, los flujos de vehículos se retrasan, la atención de los trámites es más lenta y no es posible fiscalizar con oportunidad ante el retraso de los trámites aduaneros», argumentó.
La ANAM remarcó en el proyecto que la lejanía de sus instalaciones centrales con la Aduana de Nuevo Laredo trae «situaciones críticas» e incluso errores de su personal en la revisión de vehículos con carga ilícita.
«La distancia física se traduce en retrasos en la comunicación y la toma de decisiones, especialmente en situaciones críticas que requieren una acción inmediata. Por ejemplo, los cuellos de botella en el tráfico de carga generan retrasos significativos en la cadena de suministro, afectando no sólo a las empresas involucradas, sino también a la economía en su conjunto», expuso.
«Del mismo modo, las incidencias de seguridad, como el descubrimiento de cargamentos ilícitos o la necesidad de realizar investigaciones aduaneras especiales, requieren de una respuesta coordinada y rápida para mitigar riesgos y asegurar el cumplimiento de las leyes».
En cuanto a la supervisión y apoyo en el sitio, la ANAM advirtió que la distancia de su sede con el recinto de Nuevo Laredo conlleva a garantizar las operaciones y la calidad del entrenamiento del personal.
«La falta de supervisión y apoyo directo puede llevar a inconsistencias en la aplicación de normativas, una mayor probabilidad de errores y una reducción en la moral y motivación del personal en la aduana de Nuevo Laredo», alertó.
En materia jurídica, el personal de la sede central (actualmente en la CDMX) es el encargado de dictaminar los análisis químicos realizados a las mercancías para dictaminar su composición y procedencia, recordó.
«La Aduana de Nuevo Laredo es una con mayor demanda en este servicio en función de la cantidad de mercancías que pasan por sus instalaciones, en específico, aquellas relacionadas con combustibles y aceites minerales», expuso la ANAM en el proyecto.
La prestación de esos, añadió, requiere el traslado constante de su personal a los recintos para su instrumentación.
El proyecto será edificado en una superficie de 278 mil metros cuadrados dentro de un predio total de 663 mil metros cuadrados que incluye las instalaciones de la Sedena.
«Es de señalarse que la reubicación, construcción y equipamiento de la ANAM cae dentro de los supuestos de aquellas acciones encaminadas a reforzar la seguridad nacional y que se fortalece y estrecha la intercomunicación y la capacidad de respuesta inmediata de la aduana en la detección de sustancias o productos ilícitos que se pretendan internar o que se hayan internado en el país», consideró la ANAM.
«El proyecto integral de construcción para la ANAM en Nuevo Laredo, Tamaulipas, se alinea con las más altas expectativas de funcionalidad y sostenibilidad, respetando el entorno de la región y fortaleciendo la coordinación con las instancias de seguridad nacional, con una vida útil de 20 años», se indicó.