Por viajar solo hacia los Estados Unidos, un migrante estuvo a punto de perder la vida, al perderse entre el monte varios días y estar expuesto a temperaturas superiores a los 42 grados centígrados.
El indocumentado ubicó una estación de emergencia del 911 y solicitó la ayuda con las pocas fuerzas que aún tenía.
Los agentes de la estación central recibieron una llamada al 911 de un mexicano de 18 años de edad, argumentando que había perdido el rumbo, además de estar exhausto.
Agentes respondieron a la llamada y rescataron rápidamente al joven que necesitaba asistencia médica por mantener un cuadro de deshidratación fuerte, además de raspones y golpes originados en su paso por el sueño americano.
Elementos de la Patrulla Fronteriza estabilizaron al migrante y fue enviado a un hospital para su recuperación, pero en calidad de detenido.