De manera sorpresiva, miles de migrantes varados en Matamoros, especialmente venezolanos, iniciaron el fin de semana un éxodo a otras ciudades fronterizas, siendo el principal destino Nuevo Laredo.
De acuerdo con fuentes oficiales, al menos mil 500 migrantes, sobre todo familias con bebés, niños y mujeres, llegaron entre el domingo y ayer a Nuevo Laredo, encendiendo las alarmas en el municipio fronterizo tamaulipeco.
La defensora de los derechos humanos en Matamoros, Gladys Cañas, explicó que los migrantes, principalmente los que se quedaban en las márgenes del Río Bravo, fueron motivados por un rumor de que en Nuevo Laredo podrían acceder a citas para asilo humanitario.
El rumor es completamente falso, recalcó Cañas, ya que desde principios de mes Nuevo Laredo ni siquiera aparece como un punto para hacer el trámite ante la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos.
«Todo esto comenzó el sábado», dijo la también presidenta de la asociación Ayudándoles a Triunfar. «Muchos se dejaron guiar por el rumor de que por Nuevo Laredo era más fácil y decidieron desplazarse para allá».
Cañas precisó que de los 5 mil migrantes que había en el campamento del Río Bravo, ayer sólo se contabilizaron mil 500.
Aunque Nuevo Laredo es una de las principales ciudades fronterizas de Tamaulipas, había estado relativamente libre de los flujos migratorios que afectan ciudades vecinas como Reynosa y Matamoros.
Las autoridades municipales tuvieron que improvisar y armaron un campamento en la plaza pública Morelos, donde los migrantes enfrentan temperaturas de más de 40 grados.
La plaza se encuentra en inmediaciones del Puente Internacional Número 1, pero la CBP no tramita citas para asilo en Nuevo Laredo luego de registrar denuncias de extorsiones por parte de funcionarios federales, específicamente del Instituto Nacional de Migración (INM).
Los migrantes que ahora se encuentran en Nuevo Laredo cuentan que salieron de Matamoros ante la lentitud del proceso para solicitar la visa de asilo humanitaria de Estados Unidos y que llevan meses esperando una cita.
El proceso debe realizarse por la app CBP One y ya no se permite que personalmente lo hagan cruzando y entregándose en territorio estadounidense.
Cañas estimó que Nuevo Laredo sería sólo una de las ciudades que recibirá miles de migrantes varados en Matamoros.
«Están desesperados», dijo la activista, «si les dicen que se van a abrir los puentes se lanzan a los puentes, si les dicen que por otra ciudad es más fácil para allá se van, eso es lo que está pasando, y todo eso les complica su situación porque en realidad son mentiras lo que les están diciendo», añadió.