Reynosa, Tamaulipas.- La narcoguerra desatada por células del crimen organizado de Matamoros contra las de Reynosa ha provocado un incremento alarmante de robo de vehículos con violencia.
De por sí las cifras oficiales del Sistema Nacional de Seguridad Pública ubican a Reynosa como la ciudad de Tamaulipas que más robo de vehículos enfrenta, con 1 mil 015 casos de 2 mil 043 registrados en todo el estado durante 2022.
De enero a abril se robaron en Reynosa 352 carros. En enero la cifra fue de 88, en febrero, 57; en marzo, 113, y en abril 94.
Especialistas señalan que, de seguir este ritmo de los primeros cuatro meses del año, el robo de autos en 2023 será 7 por ciento más alto que el registrado en 2022.
El segundo lugar en robo de autos lo tiene Ciudad Victoria, con 114 de enero a abril; el tercero Matamoros, con 78; el cuarto Tampico, con 74, y el quinto Nuevo Laredo y Mante, con 32 cada uno.
De acuerdo con autoridades, las bandas roban y después utilizan los autos para sus actividades.
Pero la estadística oficial de la Fiscalía de Justicia del Estado sólo incluye robos de vehículos denunciados, por lo que expertos estiman que la cifra negra es mayor, sólo que las víctimas de despojo no denuncian por faltarle algún documento del vehículo que les exigen los fiscales.
El fenómeno delincuencial que vivió con intensidad Reynosa y la frontera tamaulipeca de 2010-2012, con la narcoguerra entre Zetas y CDG, parece revivir.
Pero ahora, con el «boom» de las redes, hasta videos circulan de cómo son despojados los ciudadanos.
Este fin de semana en Reynosa se difundieron dos videos, uno donde dos mujeres son despojadas de una camioneta blanca de modelo reciente en la Colonia Bermúdez por dos sujetos con metralletas, uno de ellos hasta obligó a la conductora a quitarse el collar y entregárselo.
En el segundo video viral, en la autopista Monterrey-Reynosa, conductores grabaron cómo sujetos armados despojaron del vehículo a un ciudadano.
Desde el mes pasado, una banda del crimen organizado de Matamoros, conocida como Escorpiones, intentó apoderarse de la plaza de San Fernando y declaró la guerra al grupo delictivo dominante de ese municipio rural, Zetas Vieja Escuela (ZVE).
ZVE recibió apoyo del grupo Metros de Reynosa y la narco-guerra se extendió hasta Méndez, la zona sur rural de Reynosa y en los límites con el municipio de Río Bravo con Reynosa.
San Fernando es el municipio más grande de Tamaulipas y es paso obligado de la capital a la frontera tamaulipeca, por lo que es un sitio disputado por las células para imponer cuota a los que pasen con cargamentos ilícitos.