Hay quienes aseguran que hombres y mujeres en los medios de comunicación -periódicos, televisión, radios y portales informativos- responsables de los pronósticos del tiempo, están muy relacionados con los hombres y mujeres que viven de la política, porque siempre, o casi siempre dicen mentiras.

Precisamente los que presumen de saber, afirmaron que el clima en los municipios del centro del estado tamaulipeco, iba a ser lluvioso y parcialmente fue cierto, porque amaneció lloviznando y a manera de chaparrón por espacios de minutos y cuando mucho fueron de tres a cuatro momentos de agua intensa.

Desde luego eso me hizo pensar que el nivel del agua de ríos, lagos y presas por muy pequeñas, no se movió en forma ascendente en lo mínimo. Aunque hubo encharcamientos en ciertos sectores de la capital del estado, de tal manera que solo sirvieron para ensuciar los vehículos automotores, pero nos obligó a recordar que la COMAPA VIC también tiene problema en ese servicio.

Para desgracia de los victorenses, en las últimas elecciones de alcalde, hemos errado muy severamente, pese a que éste último presumió las buenas relaciones con el presidente Manuel López y según el periodista Alejandro Paz, en días recientes presumió tener el número de folio para el proyecto del segundo Acueducto para Victoria.

UN PERO… Bueno, dos: 1) No tiene presupuesto asignado ni del Estado, ni de la Federación: 2. El alcalde victorense espera que el gobernador Américo Villarreal Anaya, por ‘voluntad política”, sea el puente para que el presidente López autorice el presupuesto de la obra.

En el mismo tema, llama la atención que pese al ‘tandeo’ de la dotación del vital líquido a los domicilios victorenses, las facturas mensuales puntualmente llegan a usuarios y hasta hay amenaza de sanciones por la impuntualidad en los pagos.

El problema de la dotación de agua domiciliaria es que no hay horario para sectores, porque hay zonas en la geografía victorense donde de plano, pasan días y días sin que llegue una solo gota por la red hidráulica o tubería pública.

Es cierto que funcionarios de la alcaldía Victorense desde Eduardo Gattás Báez hasta los funcionarios menores de la misma COMAPA VIC, prometen la llegada de pipas con reparto gratuito de agua, aunque las pocas, muy pocas que llegan a ciertas colonias populares son insuficientes.

Los ciudadanos que carecen del servicio de agua gratuita por medio de las pipas municipales, se intercambian números telefónicos de ‘pipas privadas’ que cobran entre 350 y hasta 500 pesos… pero nunca llegan.

A manera de programa irónico del gobierno municipal de Gattás Báez, promocionó la dotación de tinacos de mil 100 litros con el 50% del costo, aunque la cifra que se manejó no correspondió al publicado en Mercado Libre. Dicen que ahora son gratuitos.

Son programas irónicos porque de qué sirve que tengas el o los tinacos más grandes que puedan caber en el domicilio… ¿De qué lo vas a llenar si no hay agua?

¡Ni por la red pública ni por camiones cisterna!

Solo como referencia, cansados de la falta de agua hasta por semanas y meses hubo ciudadanos de la colonia Las Montañas al occidente de la capital, por la entrada al Cuartel del 77º Batallón, que imitando a otros mexicanos, se dieron a la tarea de cerrar la vialidad conocida como Libramiento de Tránsito Pesado… solo que un sujeto, presumiblemente funcionario menor de COMAPA VIC discutió con los manifestantes y al tratar de huir a bordo de su auto, arrolló a un padre de familia junto a su menor hijo, quienes fueron trasladados a institución hospitalaria.

La ¿burla? es que las facturas siguen llegando y hasta hay recargos, no en pocos casos se han cobrado hasta la reinstalación del servicio que sigue ausente.

Lo más triste es que ni diputados locales, federales, ¿alcalde?, organismos de derechos humanos, partidos políticos y hasta alguna fiscalía, son incapaces de orientar o aceptar alguna queja o intervenir contra de quien resulte responsable de la COMPA VIC o la misma Presidencia Municipal y conste, son muchos los consejeros -incluyendo de la sociedad civil y del comercio- que omiten el tema, menos por detener estas injustas arbitrariedades.

En broma irónica, para responder: ¿Y ahora quién podrá salvarnos?