CDMX.- Diez días después, la panista Xóchitl Gálvez resume las causas de su derrota con la morenista Claudia Sheinbaum: las estructuras de los partidos eran inexistentes.
Esto, explica, contrastó con la movilización espontánea de los ciudadanos, que era real y muy importante.
«Me di cuenta que en los Estados no se ha hecho un trabajo partidista de la dimensión que Morena estaba haciendo», explica en entrevista con Grupo REFORMA.
«Se ha abandonado mucho el trabajo territorial. Por ejemplo, yo cuando visité Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Campeche, pues me di cuenta de la poca estructura que había de los tres partidos (PAN, PRI y PRD).
«La ciudadanía jugó un papel muy importante», dice. «Por eso estoy súper agradecida con los ciudadanos. Porque hubo ciudadanos que hicieron sus camisetas, hicieron sus estampas, hicieron su publicidad».
La ex candidata describe una batalla con las manos atadas.
No pudo decidir candidaturas de legisladores ni Gobernadores, no decidió la disposición del dinero para la campaña, no llevaba mano en el mensaje central de la campaña.
Tampoco conoció datos reales de encuestas.
«El dinero que había era de los partidos políticos», revela. «(Era) poco dinero para la magnitud de cubrir un País.
«El partido (PAN) nos dijo: ‘Ya contraté tantos espectaculares’. Cuando cuestionamos, nos dijeron: ‘Es que lo hice desde hace seis meses’.
«La publicidad fue muy difícil que llegara. Todo lo hace el partido. La campaña de nosotros no tenía recursos para decir ‘manden a hacer 2 millones de playeras’, o queremos esto o los spots de televisión».
Gálvez no aparenta resentimiento. Aunque sí trata de ser puntual.
Señala que el jefe partidista del PAN, Marko Cortés, no sólo limitó los recursos, sino que fue insolente, agresivo, cuando ella decidió admitir los resultados desfavorables y llamarle a Sheinbaum la noche del 2 de junio para felicitarla.
Relata el incidente en el piso 42 de un hotel de Polanco, donde tenía su cuarto de guerra el equipo de campaña.
«A las 7 de la noche me dicen que efectivamente ganamos la Ciudad, que ganamos Veracruz, Puebla, Yucatán, Guanajuato, Morelos».
-¿Te engañaron, Xóchitl?
«No, tampoco soy una inocente. Decían que había evidencia, o había proyecciones, porque la palabra proyecciones fue algo que surgió el domingo. Que las proyecciones nos eran positivas y que estábamos ganando estas ciudades.
«En el momento que sale el conteo rápido, que es brutal, que es contundente… yo tomo la decisión de marcarle (a Sheinbaum)», añade.
«Le pido a Max (Cortázar) que me comunique con Claudia Sheinbaum, porque a mí me parece que en una democracia es tu deber reconocer tu derrota. O sea, es lo ético, es lo que debe de hacer un demócrata».
Sheinbaum revela en su aparición tras los datos revelados por el INE que había recibido la llamada de Gálvez.
Eso enerva al dirigente panista Cortés, quien acude al piso 42 a encarar a la candidata.
Gálvez estaba redactando su discurso de aceptación de la derrota donde plasmaría su felicitación a Sheinbaum y revela que el líder panista le gritó reiteradamente.
«Marko pide que se quite la parte de felicitar, y se arma ahí un debate fuerte.
«Muchos hombres, al igual que el Presidente (AMLO), tienen que aprender a manejar su masculinidad.
«Muchos hombres creen que gritando, que ofendiendo a las mujeres, resuelven los problemas», dice.
«Los hombres tienen que entender que las mujeres ejercemos la política de una manera distinta, y en mí lo correcto era felicitar a Claudia».
Gálvez externa un mensaje de reconciliación frente a un País que, afirma, está en duelo.
«Sé que la gente está desconcertada, está deprimida», expresa».
«Sí hay un duelo en el País porque creen que nos va a ir muy mal. Y sí nos puede ir muy mal, si no se toman buenas decisiones.
«Hago votos porque la Presidenta electa tome buenas decisiones por el País.
«Y yo diría a las familias: ‘Párenle al odio, párenle a la polarización, párenle a los pleitos familiares’. Porque al final, la clase política se pone de acuerdo», expone.