CDMX.- Aunque es el partido en el Gobierno, Morena se guardó 155.9 millones de pesos de los impuestos de sus empleados en los últimos ocho años.

La legislación establece que todos los partidos, tanto nacionales como locales, deberán «retener y enterar» a las autoridades fiscales el ISR de los sueldos, salarios, honorarios y cualquier otra retribución que realicen a sus dirigentes, trabajadores y prestadores de algún servicio.

Deben entregar al SAT el dinero retenido a más tardar el día 17 del mes siguiente a aquel en que se haga la retención.

Pese a las advertencias de sanciones que recibieron en los últimos años, los institutos políticos, principalmente Morena, desobedecieron a la autoridad electoral.
Desde el 2015, el partido guinda debía en impuestos casi 232 millones de pesos.

Aunque en los últimos meses del año pasado pagó 114 millones, 38 millones eran pagos de recargos al SAT, así que únicamente redujo su deuda en 76 millones.

Este partido es el que más financiamiento público recibe al año, más de mil 600 millones de pesos.

Tampoco ha cumplido en los últimos dos años con su promesa de devolver el 50 por ciento de sus prerrogativas a la Tesorería de la Federación.

«Los impuestos retenidos y no remitidos a la autoridad tributaria representan un ingreso indebido de los partidos políticos», dijo el consejero Jaime Rivera, integrante de la Comisión de Fiscalización del INE, «y configura una fuente adicional de financiamiento, es decir, aportaciones recibidas y no reportadas.

«Esa cantidad que indebidamente han reservado para sí», agregó, «tiene que ser sancionada al constituir un ingreso no reportado y por lo tanto un beneficio ilícito».