NUEVA YORK.- Sergio Villarreal Barragán «El Grande», operador del Cártel de Sinaloa, fue el primer testigo en el juicio contra el ex Secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna y acusó sobornos a cambio de protección.
«No teníamos rivales», dijo ayer al aludir que el Cártel de Sinaloa era todopoderoso bajo esa protección.
Villarreal afirmó que García Luna fue crucial para el crecimiento del Cártel de Sinaloa, y aseguró que fue testigo de cómo recibió sobornos de millones de dólares.
Dijo que a principios de la década de 2000 -cuando García Luna era jefe de la AFI-, el Cártel de Sinaloa tenía presencia en 5 estados, y después en 2010, cuando era el jefe de la SSP, el grupo criminal expandió su presencia y control a más de 20 estados.
«Con la ayuda del Gobierno, el Cártel (de Sinaloa) creció en territorio, en la cantidad de droga que movíamos y eliminar a nuestros enemigos. Nos compartía información sobre las investigaciones contra nuestra organización. Ofrecía información para que pudiéramos golpear a nuestros rivales. Fue una gran ayuda, porque pudimos crecer y minimizar a nuestro rival. Crecimos en términos de territorio y cantidad de drogas y eliminando grupos rivales», aseguró «El Grande» ante una corte de Brooklyn.
Añadió que el cártel sobornaba también a militares y autoridades tanto estatales como municipales.
García Luna está acusado de cinco cargos, entre ellos varios por narcotráfico. El juicio que inició ayer podría extenderse por ocho semanas.
Cesar de Castro, el abogado del ex funcionario, lamentó que se busque acusar a su cliente con testimonios de criminales y sin evidencias.
SOBORNOS MILLONARIOS
De acuerdo con Villarreal, el Cártel de Sinaloa entregó a García Luna decenas de millones de dólares a cambio de protección e información de grupos rivales.
El narcotraficante, quien fue condenado a 10 años de cárcel en Estados Unidos y liberado en 2019, aseguró que entre 2001 y 2004 el ex mando recibió de uno a 1.5 millones de dólares mensuales pero, en una ocasión, el pago fue de 16 millones de dólares.
Este desembolso, dijo Villarreal ante el jurado de la Corte de Distrito Este de Nueva York, fue el equivalente a la mitad del valor de dos toneladas de cocaína que el Cártel de Sinaloa le robó a rivales gracias a información proporcionada por la AFI.
El dinero, describió, lo entregaron en cajas de cartón en billetes de 100 dólares, pero era tal su volumen que no cupo en la camioneta en la que iban los emisarios de García Luna y los criminales les prestaron un vehículo para que se lo pudieran llevar.
Además de los sobornos en efectivo, dijo el capo, en 2003 le regaló a García Luna una motocicleta Harley Davison que al ex mando policiaco le pareció muy bonita.