CDMX.- El Presidente Andrés Manuel López Obrador denunció que la violencia generada en días recientes en Tamaulipas son una «lanzada política» contra el Gobernador morenista de la entidad, Américo Villarreal.
El Mandatario admitió que se registró una situación de inseguridad el fin de semana, pero denunció que la amplia difusión de los riesgos en las últimas dos semanas, le generan sospechas.
«Miren, desde antier está lo de Tamaulipas, pero no antier, ya lleva como unos 15 días, que están manejando mucho el que hay inestabilidad en Tamaulipas, que ya regresó la violencia en Tamaulipas, que antes cuando estaba el Gobernador Cabeza de Vaca prevalecía la paz», refirió.
«Entonces, me empezó a llamar la atención, porque, pues, de allá de Tamaulipas era el de la frase famosa ‘¿y de parte de quién? ‘. En política, cuando suceden cosas así, atípicas, siempre la pregunta es ‘¿y de parte de quién?’. Es lo que estoy yo percibiendo, de que pues hay una lanzada política en contra del Gobernador Américo Villarreal».
El Presidente aceptó que la entidad vive un contexto complicado en temas de seguridad, pero consideró que los hechos se han magnificado, con la complicidad de los medios de comunicación.
«No estoy diciendo que no haya problemas de inseguridad en Tamaulipas, claro que los hay, pero no ven cómo me respondieron ahorita ustedes: ‘¿Y Tamaulipas?, ¿y Tamaulipas?’
«Ahora me acaba de decir el General que pues sí yo les puedo decir que estaba más complicado lo que sucedía en la Tierra Caliente, en Guerrero, habían 13 bloqueos y ni se enteraron ustedes, o sea, y ya se resolvió, afortunadamente y hay diálogo y todo, pero, para que vean», afirmó.
López Obrador insistió en defender al Gobernador Américo Villarreal, a quien calificó como alguien capaz para gobernar.
«Un hombre honesto, un hombre con principios, un hombre bueno, muy distinto a lo que lamentablemente ha padecido Tamaulipas en los últimos tiempos», declaró.
Desde Palacio Nacional, advirtió que tiene mucha confianza en Villarreal y señaló que adversarios buscan desprestigiarlo.
«He estado viendo últimamente que se le están lanzando, los estoy fildeando a los opositores, mañosos», indicó.
Momentos antes, Luis Cresencio Sandoval, Secretario de la Defensa Nacional, dijo que la situación en Tamaulipas estaba controlada.
«Salió en las noticias que había 16 bloqueos en el área de San Fernando, Tamaulipas, ya no hay ningún bloqueo, si existieron algunos fueron retirados por personal de Seguridad del Estado y fuerzas federales», explicó.
«No hay agresiones, hubo una persona que fue atacada a las siete de la mañana en el camino de la salida de Reynosa hacia Río Bravo, esa persona es la única agresión que se tiene registrada, no hay agresiones en contra de las autoridades».
El General dijo que este martes comenzó un operativo en la entidad con 17 bases de operaciones que agrupan a 550 elementos del Ejército y 60 de la Guardia Nacional. Además de 100 agentes de las Fuerzas Especiales.
«Son 710 en total, hay esta parte de la Fuerza de Tarea Regional con la que cuenta esta Cuarta Región Militar, que ahí pertenece Tamaulipas, están en apoyo dos helicópteros UH60, artillados, para apoyo de personal de tierra.
«El área donde van a estar trabajando es Matamoros, San Fernando, Cruillas, Burgos, Méndez, Soto la Marina, Jiménez, todo lo que van a estar desarrollando este personal, también está trabajando Seguridad Pública del Estado» añadió.
El titular de la Sedena destacó que este despliegue fue acordado con el gabinete y la Mesa Estatal de Seguridad desde el domingo pasado.
‘Gobernadora pidió retiro del Ejército’
López Obrador acusó a la Gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, de pedir el retiro del Ejército de la Sierra Tarahumara en junio de 2022, a cambio de que criminales entregaran los cuerpos de los dos sacerdotes asesinados.
En marzo pasado, López Obrador ya había ventilado lo que describió como «propuesta indecorosa», pero en aquel momento dijo que provino del Gobierno de Chihuahua, sin señalar directamente a la Mandataria panista.
«Empezamos la búsqueda de los cuerpos y habla la Gobernadora para decir que se salga el Ejército y nos van a entregar los cuerpos. Y la instrucción fue: ‘no’. Imagínense, ya se había hecho un barrido por toda la zona de la Guardia Nacional, del Ejército, no se había encontrado nada», dijo.
«Y, de repente, por donde ya se había pasado, aparecen los cuerpos de los sacerdotes, qué bueno y no dejamos de buscarlos a los responsables, no se salió el Ejército, se siguió haciendo trabajo porque teníamos que hacer nuestro trabajo».
El 24 marzo, López Obrador acusó al Gobierno de Chihuahua de pedir la salida del Ejército de esa región para que las organizaciones criminales aceptaran entregar los cuerpos de los sacerdotes asesinados por José Noriel Portillo Gil, «El Chueco», en el Municipio de Urique.
El Jefe del Ejecutivo aseguró entonces que se trató de una «propuesta indecorosa» que no fue aceptada por la Federación y que no había podido revelarla por razones de seguridad. Sin embargo, autoridades de esa entidad desmintieron al Presidente.
César Jáuregui, Fiscal de Chihuahua, señaló que nunca se solicitó el retiro del Ejército y recalcó que la entidad ha sido una aliada importante en el restablecimiento de la paz en esa región.
«La derecha, su doctrina, es la hipocresía, entonces todos estos casos que deberían de dolernos, verdaderamente, ellos los usan con propósitos politiqueros; el panista de arriba, corrupto e hipócrita, de los que se dan baños de pureza», lanzó.
«¿Qué pasa en Chihuahua? Resulta que por problemas presuntamente entre las mismas bandas, porque no se salía el ejército de ahí, ejecutan al que asesina a los sacerdotes. ¿Qué creen que dicen los derechos humanos De la Iglesia católica? Que eso no era justicia y que nosotros no habíamos hecho nada, que, al contrario, que ellos no querían eso, ellos querían que se detuviera con vida al presunto asesino».
López Obrador reprochó que el Gobierno de Chihuahua «no veía nada absolutamente» de la operación de grupos criminales en la región, al grado de que «El Chueco» andaba sin ninguna preocupación e incluso era promotor de un equipo local de beisbol.
«¿Quién gobierna Chihuahua? ¿Qué partido, desde hace tiempo? No veía nada, nada absolutamente. Ah, pero qué sucede, lamentablemente asesinan a estos dos sacerdotes y, en un homenaje que se les hace, llega la plana mayor de la oligarquía de Chihuahua y sacerdotes, supuestamente progresistas y se lanzan en contra de nosotros», criticó.
«Como si nosotros fuésemos los culpables, claro que tenemos responsabilidad porque somos autoridad, pero no somos culpables. Entonces se aprovechan de una desgracia y toman partido, porque esos sacerdotes, no los que asesinaron, sino los de las organizaciones de defensa de derechos humanos, (están) muy vinculados a la derecha, al conservadurismo, en Chihuahua, desde siempre».