En Tamaulipas se estima que las principales ciudades devoran mensualmente 125 hectáreas de terrenos ejidales, las cuales son utilizadas para la creación de nuevos asentamientos humanos legales e ilegales.

Y en los últimos cinco años de acuerdo a información del RAN, han desaparecido por lo menos 30 comunidades rurales, dijo, el ex dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos en la entidad, Florentino Sáenz Cobos.

Incluso en las comunidades rurales cercanas a las ciudades se llegan a perder hasta mil 500 hectáreas de su territorio al año, debido al crecimiento de ciudades como Victoria, Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros y Altamira, principalmente.

Y estas localidades, señala, son las que registran una mayor migración porque ofrecen más oportunidades de trabajo para tamaulipecos de otros municipios o para quienes emigran de otras entidades de la república, “eso origina que crezcan las necesidades de vivienda, escuelas, centros médicos, centros comerciales y hasta panteones”.

Se estima que anualmente las ciudades más importantes como Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo, Victoria y Altamira se comen más de mil 500 hectáreas de terrenos ejidales para atender la demanda de lotes urbanos.

Este fenómeno, menciona, se presenta con mayor frecuencia en la región fronteriza del estado debido al fenómeno migratorio, ya que ciudades como Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo reciben diariamente a cientos de personas provenientes de diversos lugares del país.

“La mayoría de ellas va a en busca de cruzar a los Estados Unidos pero al ser regresadas o no poder pasar se quedan en estas ciudades incrementando los problemas sociales, entre ellas la demandas de terrenos, lo que origina el crecimiento desordenado de las ciudades.