Cd. Victoria, Tamaulipas.- Luego de días de versiones extraoficiales, el Gobierno de Tamaulipas admitió ayer tener reportes de robos a mano armada de vehículos en la principal carretera que conecta al Estado con San Luis Potosí, que tiene un alto tráfico.

La Vocería de Seguridad estatal reconoció los presuntos despojos de unidades en la carretera Victoria-Tula, a pocos kilómetros de donde se encuentra un retén de la Sedena, robos que habrían ocurrido el pasado fin de semana.

Los robos de autos se suman al clima de violencia que se ha agravado en las carreteras de Tamaulipas este año, con el avance de convoyes del crimen organizado y balaceras, que incluso han alcanzado a miembros del Gabinete del Gobernador Américo Villarreal.

Jorge Cuéllar, titular de la dependencia, aseguró que las víctimas no denunciaron oficialmente los hechos, por lo que se desconoce el número de autos que supuestamente fueron robados, aunque tienen al menos tres reportes.

«No tenemos denuncias», dijo Cuéllar, «sí hemos visto en redes sociales».

Si bien sostuvo que en las redes «también ha habido muchos inventos», llamó a las víctimas a acudir a las autoridades para llevar a cabo las investigaciones.

Sin dar detalles, Cuéllar informó ayer que el fin de semana recibieron al menos tres reportes de robo de autos en la carretera Victoria-Tula, a la altura del túnel de la carretera Rumbo Nuevo.

De acuerdo con reportes, el despojo de autos se llevó a la altura del tramo San Antonio, en Jaumave, hasta donde se ubica en túnel, en Ciudad Victoria.

Incluso las víctimas reportaron que los robos ocurrían siempre alrededor de las 18:00 horas.

La Rumbo Nuevo es la única vía que comunica a Tamaulipas con San Luis Potosí, la zona del Bajío y el centro del País, por lo que es de las más transitadas.

Además, en el Altiplano, que se integra por cinco municipios, sólo cuenta con esa carretera para trasladarse.

Cinco días después de que se registraron los hechos, el vocero afirmó que reforzaron la seguridad en las carreteras del Estado.

«Yo lo que les pido es que denuncian», dijo Cuéllar, «porque el problema es que si no hay denuncia, no hay delito».