El denunciante, que pide una compensación económica de un millón de dólares, considera que Scott, así como los promotores del festival y otros involucrados en la organización del evento, “no consiguieron planear y ejecutar el concierto de una manera segura”, asegura la demanda presentada en un juzgado del condado de Harris, en Texas.
“En su lugar, ignoraron de manera consciente los riesgos extremos de daño a los espectadores y, en algunos casos, fomentaron activamente comportamientos peligrosos. Su negligencia ha causado al demandante daños severos”, asegura el escrito, recogido por la cadena CNN.
La promotora Live Nation, responsable de la organización del festival y dueña de la plataforma de venta de entradas Ticketmaster, aseguró en un comunicado que trabajará para ofrecer “toda la información y la asistencia posible a las autoridades locales que investigan la situación”.
Aunque no está claro cuánto podía ver Scott desde el escenario -la avalancha se produjo durante una actuación suya-, el rapero siguió actuando al menos 40 minutos más desde que se notificaron los primeros heridos a las autoridades. Scott aseguró que no fue consciente de lo que ocurría, y que detuvo el concierto en cuanto vio lo que estaba pasando.
El jefe de Policía de la ciudad estadounidense de Houston, Troy Finner, anunció la apertura de una investigación sobre la tragedia ocurrida en el festival de música Astroworld, ante la posibilidad de que alguien de la audiencia “estuviera inyectando drogas a otras personas”.
Un responsable de seguridad relató “que sintió un pinchazo en el cuello” mientras intentaba contener o agarrar a alguien y luego cayó inconsciente, solo para ser revivido con una dosis del antídoto opioide Narcan, según informes médicos citados por Finner, en comentarios recogidos por Voice of America.
Los videos publicados en las redes sociales mostraron una escena caótica cuando los fanáticos y el personal intentaron llamar la atención sobre los asistentes al concierto lesionados.
Un video mostraba a los fanáticos intentando que los operadores de cámara fueran conscientes de la peligrosa situación.