La cantante Britney Spears disfruta de unas vacaciones en el paradisiaco destino de Maui, en Hawái, junto a su novio Sam Asghari.
La intérprete de Toxic acaparó miradas al utilizar un pequeño bikini a cuadros en colores blanco, naranja y amarillo, con un top triangular de escote pronunciado y tirantes delgados, con el que presumió su figura.
El traje de baño de dos piezas que usó la «princesa del pop» está disponible al alcance de cualquiera de sus fanáticos, ya que está a la venta en la tienda Target.
Spears, de 40 años, completó su look playero con unos lentes oscuros sobre su rostro libre de maquillaje.
La celebridad ató su cabello en una coleta alta con mechones al frente, mientras se sentaba en el balcón de su habitación en un lujoso hotel de Hawái.
Aunque se tomó algunos días de relajación, Britney Spears se mantuvo muy activa en su cuenta de Instagram. La cantante mostró algunos de sus pasos de baile, su tonificada figura y sus atrevidos trajes de baño.
Además, la artista estadounidense hizo algunas confesiones a sus más de 39 millones de seguidores en la red social. Britney aseguró que durante los cuatro años que duró su residencia en Las Vegas nunca se le permitió ir a un spa, ni tener café o té.
La cantante dijo que cuando sus amigos viajaban para ver sus conciertos y visitarla ella no podía ir con ellos a los spas en los que se divertían bebiendo champagne.
«Yo era la perdedora que debía trabajar y entretenerlos por la noche», recordó la intérprete sobre las restricciones impuestas durante la residencia entre 2013 y 2017, cuando se encontraba bajo el control total de su padre Jamie Spears.