Cd. Victoria, Tamaulipas.- De manera contundente y demostrando que las casualidades no se repiten, el equipo de la Santa María de Aguayo, logra su pase a la etapa Latinoamericana de la categoría Junior consiguiendo el bicampeonato de la Serie Nacional, al noquear en la quinta entrada a la novena de Bravos de Apodaca 10-0.

Demostrando que en su casa y con su gente, no hay imposibles para los victorenses, los de la Aguayo ponen su nombre entre los grandes de México en el “Rey de los Deportes”, al ganar su pase a Curazao.

El camino fue difícil y es que, en el béisbol existen tres tipos de jugadores: los que hacen que pasen las cosas, los que ven lo que sucede y aquellos que se pregunta qué sucedió. Por lo que los peloteros de la Aguayo hicieron que las cosas sucedieran, y es que el grupo no tuvo un inicio fácil, al sacar un apretado resultado 3-2 a favor ante Gómez Palacios. En su segundo juego, los de casa no pudieron y caen 5-0 ante los Gallos de San Nicolás, por lo que cobró venganza de esto ante 30 Caballeros y Kora, quienes ganaron 19-0 y 13-2, respectivamente.

Con récord de 4-1, los de La Santa María de Aguayo llegaban a los Playoffs, Semifinal en la que elimina a Saltillo 5-2, con esto volvía a estar en una final más en esta categoría.

Volvió a llover… para ser Campeón
las frases y los dichos fueron creados y hechos por algo, y es que pareciera que cuando el cielo está nublado y con lluvia… y esta ocasión de nueva cuenta el cielo y el diamante se conjugaron.

El ex pelotero Casey Stengel, dijo “hay tres cosas que puedes hacer en un juego de béisbol: puedes ganar, puedes perder o puedes ver llover”, y esto fue lo que sucedió la tarde del 3 de junio del 2023 en Ciudad Victoria, Tamaulipas, donde La Aguayo demostró que las casualidades no existen.

El reloj marcaba las 16:00 horas y ambas novenas saltaban al diamante del Praxedis Balboa, escenario digno, para esta gran final.
Nombres como Carrizales, Benitez, Paez, Juárez, López, Rodríguez, Gutiérrez, Cárdenas, entre otros, se veían apuntados en el Line-up de La Santa María de Aguayo.

El juego inició y el cielo se nubló… una primera entrada, donde el juego táctico fue el que predominó en el diamante, los tres out por equipo se fueron rápido y el cero se colgó en la pizarra.

“Ahí, ahí, ahí, claro que sí”… “¡Carajo… no podemos batear así, necesitamos generar y no irnos en blanco”, se escuchaba en el dugout de la Aguayo.

Erick López se subió a la loma de las responsabilidades y guió a su equipo, a Curazao y en fila mandó a los regios a su esquina, al ponchar a los tres bateadores de manera rápida. Esto motivó a la ofensiva de la Aguayo, abriendo la pizarra 1-0 gracias a la carrera de Nery Barrón.

La caída de carreras no paraba y es que la defensiva de la Aguayo no daba margen de error al despachar a los peloteros de Bravos. Haciendo el efectivo su bateo al turno al bat, aportando Cantú y Escobar dos más para La Aguayo.

En la cuarta entrada, los errores de Bravos terminaron inclinando la balanza para la Aguayo, quien comenzaba a bordar segunda estrella, al hacer dos carreras más repitiendo Cantú en el Home, y Resendez.

La grada estalló en la quinta entrada, esa entrada mítica para los peloteros victorenses, quien terminó noqueando a su rival, repitiendo la hazaña del año pasado, donde las sonrisas de cada uno de los peloteros de La Santa María de Aguayo, se hacía presentes.

“Imagínate festejar con letras de oro, volvemos a demostrar que el año pasado no fue casualidad, tenemos 51 años, acabamos de hacer algo que siempre recordaremos, volvimos a refrendar nuestro título del año pasado”, presidente de la Liga Pequeña La Santa María de Aguayo, José Alberto Cárdenas.

“Esto es el trabajo…. Esto es de los muchachos que a pesar del sol, la lluvia y el frío siempre mostraron su compromiso en esto y hoy vemos todo cristalizado”, expresó el Manager René Caballero.
“No fue casualidad, es trabajo y nos vamos a Curazao”, dijo Erick López, pitcher de la Aguayo