Huimilpan, Querétaro.- De las orejas, habitantes sacaron del Ayuntamiento de Huimilpan, Querétaro, a Alberto Nava Cruz, secretario del Gobierno municipal. Con una cuerda lo amarraron, y lo pasearon por la plaza cívica.
La Fiscalía General del Estado, había dado un ultimátum y exigido que la Alcaldía entregara a los policías señalados de golpear a Daniel Franco Reséndiz, joven de 27 años que falleció el pasado 22 de julio tras ser detenido y amedrentado por los municipales.
Al reprochar que no se cumplió con la entrega y castigo de quienes fueron grabados propinando una golpiza a quien falleció de un traumatismo craneoencefálico, habitantes, amigos y familiares acudieron de forma violenta al Ayuntamiento.
«Cuando andan de candidatos a la Presidencia prometen hasta lo que no. ¡Queremos un pueblo libre de corruptos, de corrupción!», gritó una manifestante a Nava, mano derecha del Alcalde del PVEM, Juan Guzmán.
«Un pueblo libre para nuestros hijos, nuestros migrantes, nuestros paisanos ¡Queremos al asesino!», agregó.
Los oficiales de este municipio son señalados por extorsionar a personas que suelen viajar al extranjero y tienen recursos económicos.
Tal era el caso de Daniel, que el 20 de julio fue acusado por oficiales de ir a exceso de velocidad, y fue sacado del terreno de su tío, donde se observó que fue golpeado por los uniformados.
Al secretario de Gobierno lo acusaron de solapar a los agresores de la víctima, de falta de resultados y a empujones y jalones lo obligaron a caminar alrededor del Palacio Municipal.
«¡Hay que pasearlo, que sirva de escarmiento!», incitaron.
Alberto Nava fue atado con una cuerda de las manos, caminó entre risas, insultos, burlas y reclamos por el desempeño de la administración que representa.
«¡Justicia, justicia!», «¡Queremos al asesino!», se coreaba al recorrer las calles aledañas.
«Queremos aquí a los agresores, a ver si así tienen huevos los cabrones», exclamó una familiar.
Algunos solicitaban que fuera amarrado a un poste y golpeado. Trascendió que el Gobierno local decidió no enviar policías puesto que al ser señalados como culpables, podrían ser agredidos por la turba u ocasionar que el problema escalara.
Por al menos 20 minutos, el funcionario local estuvo en manos de los ciudadanos, hasta que mediadores del Ayuntamiento ofrecieron una reunión con el Alcalde mañana miércoles a las 16:00 horas.
Tras aceptar, lo desamarraron y el personal de resguardo se apresuró para subirlo a una camioneta y sacarlo del sitio.