Cd. Victoria, Tamaulipas.- El silbante victorense Iván Rodríguez, a través de sus redes sociales renunció a la Liga de Campeones de Victoria “Champions”, debido a la falta de garantías que se le dan a los árbitros que trabajan para esta liga.

De acuerdo con el nazareno, no existen garantías que salvaguarden la integridad de los “hombres de negro”, ya que en constantes ocasiones han sido atacados verbalmente y en ocasiones físicas, por la frustración de “futbolistas”, quiénes terminan agrediendo a los árbitros.

Todo esto se suscitó en el partido entre la Moderna y Deportivo Bola 6, el platillo fuerte de los Octavos de Final de la Liga de Campeones de Ciudad Victoria, ya que en el juego de “Ida” el marcador finalizó 2-2, dejando una fuerte fricción para el juego de “Vuelta”, es por ello que el silbante título su publicación como: “Que necesidad”.

“Voy a contarles una situación que me ocurrió, de esas que algún día te preguntan tus camaradas si en algún memento te han agredido como árbitro o te han amenazado”.

Relatando que fue un grave error asistir a ese partido como árbitro, debido a lo que se jugaba y como se encontraba el juego, al grado de ser insultado antes de que arrancara el partido.

Desde que llegue había un número grande de asistentes, cada cinco metros entre la gente había mínimo un doce de cerveza, inicié el encuentro, todo transcurría «bien» la primera mitad, aunque de afuera se escuchaban de manera reiterada «Iván no vales para chingar tu madre», «eres un pendejo Iván», «de que sirve que hayas sido profesional si no sabes nada pendejo», etc., etc., y etc. me fui al descanso y por mi mente pasó, «si me voy y ya les dejó el juego hasta ahí, que después jueguen el segundo tiempo», pero al instante me contesté, «vamos a terminar, no creo que pase algo».

Cabe señalar que, esta Liga a pesar de ser una de las mejores en nivel futbolístico amateur, se ha colocado cada vez más como la cantina más grande de Ciudad Victoria, ya que los escenarios se ven repletos de alcohol, situación que ha generado molestia por los habitantes de la capital.

Relatando que el tono del juego comenzó a subir de nivel, esto debido a que el marcador se mantenía y la presión seguía creciendo, ya que dejaba de ser futbol para convertirse en Lucha Libre.

“Inicié el segundo tiempo, el visitante tenía que ganar y por ende la presión aumentaba, así como la desesperación, entonces los reclamos eran cada vez más constantes, me protestaban todo, hasta que el sol era intenso y eso también era mi culpa, empezaron adjudicarme que el partido estaba ríspido y que yo lo tenía así, y me preguntaba «a qué hora empezará el fútbol, yo sé arbitrar, nunca he sido referee de lucha libre».

Como avanzaba el partido los insultos al árbitro subían de tono, “hasta los jugadores llegó el punto en insultarme diciéndome «estas bien pendejo Iván, no vales ve&*%&» y el adversario contesta «expúlsalo, te insulto», solo el que es árbitro sabe lo que significa sacar una tarjeta roja por eso (un conato enorme de bronca) y lo primero que dicen es que no tienes autoridad y que estas todo «cagado», y si, quien no se va a poner así en un partido donde 14 jugadores no aceptan faltas en contra, donde afuera todos están borrachos y demás y tu solo contra más de 300 personas. Faltaban ocho minutos, sucede una falta mediante la cual es evita una ocasión manifiesta de gol, expulsó al jugador y sus compañeros se lanzan sobre mí a insultarme y decirme hasta de lo que me iba a morir”.

Y es que a pesar de que el marcador terminó a favor de los locales, el ambiente y los insultos no pararon, poniendo en riesgo su integridad física y mental, ya que no se jugaba futbol, “Hoy después de eso, de ver y saber que ya el fútbol pasó a segundo plano y que se trata de ver quien hace valer su fuerza”.

Aclarando que concluye su participación en la Liga de Campeones, a fin de evitar estrés y demás situaciones, como las de este domingo, “no estamos seguros, vamos solos, no hay nadie que nos acompañe, entonces decidí que prefiero estar acostado que andar buscando problemas gratis, nosotros como árbitros no sabemos nada, en cambio los jugadores, entrenadores y porra, saben de todo y por ellos nos convertimos en los pendejos”.

“Entonces, que necesidad de estar atentando contra mi salud fisica y mental, mejor me hago a un lado y valoraré lo suficiente mi persona hasta decir que en esos juegos nunca voy a poder ser un árbitro”, concluyó.