Gómez Farías, Tamaulipas.- A 11 días del incendio forestal en la Biósfera «El Cielo», el fuego ha consumido 440 hectáreas y debido a que no se ha controlado, arribó un tercer helicóptero para su combate, y el apoyo de brigadas de Coahuila y San Luis Potosí.
La emergencia al ecosistema continúa hoy en la reserva ecológica de aproximadamente 144 mil hectáreas de amplia flora y fauna, la más grande del Estado e importante a nivel nacional, que recibe todo el año a investigadores internacionales y turistas del país y extranjero.
Tras el último informe del siniestro para sofocarlo suman 342 personas de la Sedena, Guardia Nacional, Conafor, Protección Civil del Estado y municipios vecinos.
El coordinador estatal de Protección Civil, Pedro Granados, en entrevista precisó que la superficie afectada suma 440 hectáreas, principalmente de hojarasca, arbusto, matorral hoja seca.
«Se trata de un incendio a ras del piso, del suelo y subterráneo, avanzando en ese sentido sin mucha afectación o sin mayores afectaciones al árbol y al arbolado adulto o al arbolado en la copa», indicó.
A los dos helicópteros MI-17 con helibalde de la Fuerza Aérea Mexicana se sumó una aeronave del Estado para realizar descargas de agua sobre zonas focalizadas la noche anterior.
Entre los dos helicópteros, uno del Ejército y el otro de la Guardia Nacional, han realizado un total de 13 descargas de agua sobre el incendio.
El incendió comenzó en el área conocida como Joya de Manantiales, el 16 de marzo.
Ante la crisis, luego de que se tuvo un control del 70 por ciento del incendio, pero las fuertes rachas de viento del 22 de marzo, que volvieron a reavivarlo, fuerzas federales y autoridades estatales instalaron un centro de mando y dos campamentos.
Al lugar arribaron 10 oficiales por medio de la 48 Zona Militar del 15 Batallón de Infantería y 114 de tropa, por parte del Ejército, mientras que de la Guardia Nacional, un oficial y 42 tropas.
El acceso de un solo carril ha sido uno de los principales obstáculos para el traslado del personal a la zona del incendio, compuesto por rocas, terracería, pendientes, y barrancos, donde solo se puede subir en vehículos 4×4.
La ausencia de telecomunicaciones, dijo el Ejército, ha dificultado el uso de la tecnología georreferencial, como el GPS, para avanzar en el combate y controlarlo.
«Está muy limitada la comunicación al exterior desde los campamentos norte, pues no hay telefonía, no hay mucho menos internet, se hacen 3 horas de camino en brechas con vehículos 4×4 de la cabecera y una hora entre los dos campamentos esa es la distancia», puntualizó.
Por tierra decenas de lugareños realizan brechas cortafuego, para impedir el avance del fuego, quienes reciben un salario.
«La intención es poder contener este incendio a través de cortafuegos, pero ya llegó ahora sí la caballería (pesada), y todo el respaldo del Ejército, Guardia (Nacional) con dos helicópteros, que también traen equipos para apoyar a dispersar agua y apoyar a que no siga creciendo el número de hectáreas afectadas», expresó el Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca.
«No se pretende bajo ninguna circunstancia minimizar incendios de esta naturaleza, cualquier incendio del tamaño que sea es relevante y tiene que ser atendido», agregó.
A la fecha no se han registrado pérdidas humanas, ni daños a viviendas, dijeron autoridades.
Se ha descartado la muerte de fauna, luego de que no han encontrado evidencia de lo contrario.