Un grupo de ilegales estuvo a punto de llegar a Estados Unidos nadando el río Bravo, pero al ver el fuerte dispositivo de seguridad decidieron regresar a Nuevo Laredo.
Agentes de la Patrulla Fronteriza asignados a la Unidad Marina fueron notificados que 20 sujetos intentaban entrar en Estados Unidos nadando por el río Bravo.
Cuando la Unidad Marina llegó a la escena, observaron al grupo que regresaba a México, sólo uno de ellos, quien se encontraba cansado, decidió quedarse de lado americano y fue arrestado por los agentes.
Varias horas después, el grupo de ilegales hizo un segundo intento de llegar a Laredo, Texas, pero ya eran esperados por la Patrulla Fronteriza, lo que terminó por frustrar su llegada a los Estados Unidos.