Acompañado sólo por dos subordinados, Miguel Ángel Treviño Morales, el «Z-40», fue capturado en julio del 2013 en territorio de Nuevo León, a unos kilómetros de la frontera con Estados Unidos.

No hubo disparos en el operativo quirúrgico para atrapar al líder del Cártel de los Zetas, el más violento y sanguinario de México, con presencia en al menos 22 entidades.

Treviño operaba principalmente en la franja fronteriza de Nuevo Laredo a Piedras Negras, donde finalmente fue aprehendido.

Esta zona enfrenta actualmente el embate de criminales, que en los últimos días recrudecieron los ataques contra las autoridades policiales y militares.

HISTORIAL CRIMINAL

Al «Z-40» se le acusó de ser el autor intelectual de la masacre de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, en agosto del 2010, y del incendio al Casino Royale, en Monterrey, que dejó 52 muertos en agosto del 2011.

En Nuevo León también se le señaló por el asesinato de 44 reos y la fuga de 37 prisioneros del Penal de Apodaca, en febrero del 2012, y la ejecución de 49 personas cuyos torsos fueron tirados en Cadereyta, en mayo de ese mismo año.

Además, se le responsabilizó de la muerte de José Eduardo Moreira, hijo mayor del ex Gobernador de Coahuila, Humberto Moreira.

Treviño fue uno de los fundadores del Cártel de Los Zetas, en el que primero fue conocido como «El L-40» y después «El Z-40».

Asumió el liderazgo del grupo en octubre del 2012, tras la muerte de Heriberto Lazcano, «El Lazca».

LA CAPTURA

Durante la madrugada del 15 de julio del 2013, Treviño iba en una camioneta Ford Súper Duty gris plata, modelo 2013, acompañado por su contador Abdón Federico Rodríguez García, de 29 años, considerado uno de los cerebros financieros del cártel, y el escolta Ernesto Reyes García, de 38 años, ex militar de toda la confianza del capo.

Luego de tres meses de seguimientos, interrogatorios y trabajos encubiertos, un grupo de inteligencia de la Secretaría de Marina encabezó el operativo con el que se ubicó al líder Zeta en Anáhuac, Nuevo León.

Cuando la camioneta circulaba por la carretera Anáhuac-Nuevo Laredo, entre los Poblados La Janta y El Puerto, donde ahora está el entronque a la Carretera La Gloria-Colombia, un helicóptero Black Hawk descendió a media altura y mediante altavoz ordenó que se detuvieran.

Y en tierra, un grupo especial de marinos rodeó a Treviño.

Tras identificarlo, lo esposaron y lo subieron al helicóptero para llevarlo posteriormente a la Ciudad de México.

De acuerdo con informes, la captura ocurrió a las 3:45 de la madrugada. Al momento de la detención, el capo llevaba 2 millones de dólares, según los reportes iniciales.

Además del dinero, Treviño y sus acompañantes traían ocho armas largas, entre ellas un rifle Barret calibre .50, y un fusil de alta potencia que perfora blindajes. Contaban con 500 cartuchos útiles.

EN PRISIÓN

En Estados Unidos, el líder Zeta tuvo una orden de captura en el 2008, por lavado de dinero, distribución de cocaína, uso de menores para crímenes violentos y conspiración para secuestrar y asesinar en un país extranjero.

Y en el 2012 hubo otra por blanqueo de recursos mediante la compra de caballos para carreras cuarto de milla. Por este hecho, el hermano del capo, José Treviño, fue declarado culpable junto con el empresario Francisco Colorado.

La última huella pública de Treviño fue en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 15 «CPS Chiapas», previamente estuvo en el penal de Puente Grande, en Tierra Caliente, Michoacán.

El capo enfrenta una condena de 22 años por el delito de delincuencia organizada.