CDMX.- Los corridos tumbados son un subgénero que ha conquistado las listas de popularidad, incluyendo la de Billboard, ya sea por sus polémicas líricas o bien por sus ritmos pegajosos, este tipo de música ha marcado tendencia en la industria de la música. Por ello, te damos un repaso sobre esta ola.
Los corridos tumbados han conquistado las listas de popularidad, incluyendo la de Billboard. Ya sea por sus polémicas letras, o por su ritmo, este tipo de música ha marcado tendencia en la industria, por ello, te damos un repaso para que conozcas más sobre esta ola.
El origen de los corridos
Los corridos son uno de los géneros musicales que siguen vigentes hasta la actualidad debido a su fuerza a la hora de narrar historias.
Antes de ser objeto de modificaciones, entre ellas su mezcolanza con otros ritmos y géneros, los corridos tenían la función de informar a las comunidades los sucesos que se registraban durante la Revolución Mexicana, convirtiéndose en una expresión cultural que ha prevalecido desde entonces.
El poder de los corridos ha sido explorado en los últimos años por agrupaciones y cantautores, quienes se han encargado de narrar historias de índole social, como la migración o la violencia.
Un ejemplo claro son Los Tigres del Norte, quienes desde finales de la década de los 60 le han entregado temas como “La Puerta Negra”, “La Jaula de Oro” y “Contrabando y Traición” a su público.
A partir del ejemplo de esta agrupación mexicana, los corridos han permanecido vigentes sin importar el paso de los años. Sin embargo, el panorama de este género musical se amplió a través de la incursión de líricas basadas en asesinatos, narcotráfico y biografías de capos de la droga, lo que desató el auge de los narcocorridos.
En los últimos años, los corridos volvieron a ser modificados, ahora, por artistas emergentes, jóvenes sobre todo, quienes reinventaron esta música para hacer realidad el subgénero de los corridos tumbados. Pero esa es otra historia.
¿Qué distingue a los corridos tumbados de los tradicionales?
La ola de los corridos tumbados, también conocidos como bélicos, llega a la cima del éxito mundial con una serie de características que los vuelven inconfundibles.
El estilo urbano, con detalles como la promoción de una vida llena de lujos y excesos, sus letras de superación mezcladas con la apología del delito, y una melodía fácil de cantar en fiestas, son algunas de las claves que difieren a los tumbados de los corridos tradicionales.
La tendencia de los corridos tumbados surge de la mano de los compositores y productores Jimmy Humilde, Dan Sánchez y Natanael Cano, quienes se han encargado de enaltecer el subgénero con diversas colaboraciones e intercambios de favores para apoyar a los artistas emergentes.
Estos creadores encontraron un área de oportunidad en el público joven, por lo que sus composiciones concentran letras que relatan vivencias juveniles, sus deseos por llegar a ser millonarios y las batallas con las que han lidiado.
Sumado a estas características, la música urbana como el rap y el trap están presentes en este subgénero, lo cual le ha permitido una mayor expansión hacia el público de todo el mundo.
El público y los éxitos de este subgénero
La llegada de los corridos tumbados ha obtenido buenos resultados a nivel internacional, lo que se traduce en mayor popularidad para la música mexicana.
Las principales plataformas de música han registrado un aumento en la cantidad de oyentes que disfrutan de los corridos tumbados.
Apple Music ha calificado a este género mexicano como “un fenómeno que ha conquistado al mundo”, por lo que lo ha incluido en una serie de listas de reproducción para que sus usuarios disfruten de esta tendencia.
Por otro lado, Spotify reporta que en los últimos dos años, uno de cada tres oyentes, de la música mexicana, pertenecen a la generación Z, lo que significó un aumento del 431 por ciento de usuarios que escuchan música mexicana, en comparación con años anteriores.
Peso Pluma es un artista que ha marcado tendencia hacia el éxito de los corridos tumbados. El oriundo de Zapopan, Jalisco, se adjudicó récords en las listas de popularidad de Billboard, al coronarse con el primer puesto del Top Latin Albums con su tercer álbum de estudio, Génesis, el cual registró 101,8 millones de streams el día de su lanzamiento.
Sumado a ese éxito, el sencillo “PRC”, de Natanael Cano y Peso Pluma, se introdujo en la lista Hot 100, en la novena posición, de las canciones más populares a nivel global, récord que pocas canciones en español, como “Shakira: BZRP Music Sessions, Vol. 53”, han logrado.
Estos resultados son consecuencia del firme impacto que los artistas jóvenes han atraído a través de sus composiciones y melodías grabadas al estilo tradicional, pero con letras que han traspasado fronteras.
Un subgénero polémico y, a la vez, exitoso
Bad Bunny es uno de los artistas cuyo éxito está unido a la polémica. Esto surge como resultado de las letras de sus canciones, las cuales han trascendido por hablar sobre situaciones como fiestas de desenfreno, relaciones sexuales, aspectos físicos de las mujeres y la glorificación de un estilo de vida lleno de lujos a partir de actividades ilícitas.
En los corridos tumbados vuelve la división de opiniones, la cual deja verse en redes sociales con comentarios de los internautas, relacionados al éxito de este subgénero.
Una de las opiniones más populares fue la del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien durante una conferencia matutina externó su deseo por acabar con la tendencia de los corridos tumbados, pues asegura, no son buenos para los jóvenes.
En su lugar, el mandatario impulsó “La Playlist del Bienestar” donde reproduce algunas canciones que él considera son buenas para el público, contrario al subgénero del regional mexicano.
Otra opinión que se sumó a este movimiento en busca de la cancelación de los corridos tumbados es la del Gobierno de Cancún, donde se puso en marcha la iniciativa para negar permisos de dar conciertos a todos los artistas que canten temas que hacen apología del delito.
Entre los nombres más sonados se encuentran Peso Pluma y Natanael Cano, sin embargo, también se considerarán a personalidades del rap, urbano, metal y rock cuyas letras promuevan la violencia.
“El Ayuntamiento no limita la libertad de expresión, pero las autoridades no pueden tener esta ambigüedad de estar buscando una mejor sociedad, llena de paz, de tranquilidad y seguridad y, por otro lado, elevar las alertas cada vez que tenemos este tipo de conciertos en virtud de las probabilidades de violencia que pueden generar este tipo de espectáculos públicos”, declaró el secretario de Ayuntamiento, Jorge Aguilar Osorio.
Un caso que se viralizó en redes sociales como Twitter y Facebook fue el de una maestra de preescolar que publicó un video donde demostraba que los niños pedían canciones de Peso Pluma, pero ella se mantuvo firme, explicándole a los infantes que este tipo de música no es correcta para ellos.
En la caja de comentarios del video original, muchos padres de familia y otros docentes se posicionaron a favor del ejemplo que puso la maestra y cuestionaron la educación de los menores en casa.
“Esas canciones no son para niños. No es una canción correcta porque no es una canción que diga algo como las que cantamos aquí en la escuela. No pongo canciones que no son para niños”, menciona la usuaria de TikTok, MaestraMieldeMaple.
Una de las opiniones más sonadas en el mundo del espectáculo fue la de Pepe Aguilar, quien en pleno auge del subgénero del regional mexicano, se lanzó en contra de Natanael Cano luego de opinar sobre la “música fea” que los jóvenes escuchan en la actualidad.
“Hay un joven que canta música de esa que dicen de corridos tumbados, que pensó que estaba hablando de él. ¿Qué tan poca autoestima debes de tener para que si alguien dice se debe de dejar de hacer música fea, pienses que están hablando de ti? Que autoestima tan bajita”, sentenció el cantautor, luego de que el precursor de los corridos tumbados lo atacara con insultos.
Actualmente, Pepe Aguilar ha cambiado de opinión, incluso se ha acercado a este subgénero del regional mexicano para conocer más al respecto.