Con 19 años de edad, Fernando soñaba con ser médico, pero ataques armados el fin de semana en Reynosa, Tamaulipas, le quitaron la vida. Ahora, su familia exige justicia y atención a la violencia en la frontera.
Fernando Ruiz Flores era el menor de cinco hermanos y recién se había graduado como técnico en enfermería. Aspiraba a ser médico, pero todo se vino abajo tras el ataque mortal del sábado 19 de junio.
“A mí no me interesa quién haya sido ni qué grupo ni nada, yo lo que exijo es justicia porque mi hijo era un muchacho con futuro, trabajador, estudioso y respetuoso de toda la gente y de todos”, dijo su madre Pánfila Flores.
En medio del llanto, la mujer recordó que a su hijo “le gustaba ayudar y servir a quien podía, por eso él quería estudiar enfermería y después licenciarse como médico”.